Riesgos en la salud de los nacidos a través de técnicas de Reproducción Asistida
Hace unos días escribí sobre los riesgos de los tratamientos de fecundación in vitro, y hoy entraré en más detalle en uno de los puntos más desconocidos que se menciona en el consentimiento de Fecundación in vitro:
6) Defectos congénitos y alteraciones cromosómicas de los hijos: los datos actuales sugieren que en los niños nacidos de FIV/ICSI puede incrementarse ligeramente el riesgo de anomalías congénitas y cromosómicas, sin que se haya podido establecer con exactitud la causa de este aumento. Por ello puede ser aconsejable realizar técnicas de diagnóstico prenatal como ecografías, amniocentesis o biopsia de corion. |
Pese a que esta información aparece en los consentimientos informados y queda firmada por todos aquellos que deciden someterse a un tratamiento, desde los medios de comunicación y las clínicas se suele dar por sobrentendida una sólida evidencia sobre la seguridad de los tratamientos.
Se trata de tratamientos recientes de los que las consecuencias a largo término no han dado tiempo a ser estudiadas. Hoy en día empiezan a haber estudios sobre la salud de los nacidos mediante técnicas de reproducción en la primera infancia, muy pocos llegan a hacer seguimiento hasta la adolescencia y menos a la edad adulta.
Por poner algunos ejemplos, sobre la incidencia de cánceres infantiles, Spector y colaboradores (2019) mostró un incremento de los tumores hepáticos. En relación a los defectos cardíacos congénitos fetales, Giorgione y colaboradores (2018) concluyen que los fetos concebidos mediante FIV con ICSI tienen un riesgo incrementado de desarrollar defectos cardíacos congénitos y Catford (2017) encuentra una mayor probabilidad de padecer autismo o discapacidad intelectual de los nacidos de inyección de espermatozoides intracitoplasmática (ICSI) respecto los concebidos por fecundación in vitro convencional (FIV). En el caso del estudio de Sakka (2019) se observó que los niños in vitro muestran un riesgo incrementado de padecer hipertirotropinemia eutiroidea. Källén (2012) verificó en un estudio en población sueca la relación entre el asma y haber nacido mediante fecundación in vitro.
Sobre el porqué de estos riegos incrementados, los autores se suelen debatir entre si son producidos por la estimulación ovárica, el cultivo embrionario, la técnica de fecundación, la infertilidad subyacente o defectos epigenéticos por la manipulación del embrión.
No suelen ser artículos a los que se dé repercusión a través de los medios ni a través de los profesionales. De hecho, la investigación en este campo tampoco es que sea muy prominente. Mientras que la mayoría de ciclos en España se realizan desde clínicas privadas, los estudios de los recién nacidos se realizan desde la investigación pública, cada vez más mermada de recursos. Desde las clínicas de reproducción asistida no se suele hacer ningún seguimiento más allá de los datos del parto y si se han diagnosticado malformaciones hasta dicho momento.
Es más, cuando en 2012 se publican los primeros estudios apuntando a que los nacidos a partir de fecundaciones in vitro podrían tener un riesgo cardiovascular aumentado, el entonces director de IVI Madrid , José Antonio García Velasco afirma en una entrevista a EL MUNDO* que "no creo que este estudio vaya a cambiar las cosas, ni hará que los especialistas en reproducción asistida deban advertir a los futuros padres de este riesgo." "No se incluirá, por ejemplo, en el consentimiento informado que han de firmar", señaló.
Afortunadamente y como explico en el primer párrafo, los riesgos sí se incluyeron en los consentimientos.
En el libro Las mentiras científicas sobre las mujeres ( 2017) de S. García Dauder y Eulàlia Pérez Sedeño, explican que la primera forma de ignorancia hacia las mujeres es saber que no se sabe, sin que importe. El desinterés por conocer e investigar sobre determinados temas. Pues este es otro desafortunado ejemplo.
* https://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/09/18/noticias/1379524491.html