En reproducción asistida no sabemos si la epigenética es amiga o enemiga.
La epigenética es una rama de la genética que estudia cómo la influencia de nuestro entorno modifica la expresión de nuestro ADN. Por ejemplo, con una alimentación saludable y ejercicio físico promoveremos la expresión de unos determinados genes, diferentes de los que se expresaran en caso de sedentarismo y malos hábitos alimentarios.
Actualmente además, hay una rama transgeneracional del estudio de la epigenética. En diversos estudios observacionales recientes se va visto que determinados eventos negativos en la vida de los padres: hambre, estrés, guerras, pueden predisponer a sus hijos a tener más tendencia a sufrir enfermedades: cardiovasculares, obesidad, esquizofrenia, desorden bipolar, asma así como afectar a su longevidad.
En 2015 investigadores de IVI publicaron un estudio donde se había observado que las embarazadas varían la genética de su futuro hijo incluso si el óvulo es donado. Cuenta uno de los investigadores, “con esto se rompe el rechazo inicial de aquellas madres que tienen que recurrir a la donación ovocitaria para cumplir sus deseos reproductivos. Los genes no van a ser los suyos, eso es imposible, pero sí que podrán modularlos con su carga genética”. convirtiendo los resultados del estudio en un elemento más de márquetin a favor de los tratamientos con recepción de óvulos.
Si bien es cierto que el comportamiento de la mujer embarazada influye en el desarrollo celular del hijo desde el estado embrionario, las implicaciones de la epigenética en reproducción van mucho más allá y la mayoría permanecen desconocidas.
Como ya expliqué en el artículo sobre Riesgos en los recien nacidos, una de las principales hipótesis para explicar el incremento en el riesgo podría estar relacionado con con que los procedimientos llevados a cabo en el laboratorio tengan un efecto en el epigenoma de los gametos y los embriones.
Por poner un ejemplo, recientemente en un estudio sobre vitrificación de ovocitos publicado en Clinical Epigenetics, Barberet y cols. (2020) tras revisar toda la investigación hasta el momento tanto en animales como en humanos, concluían que los perfiles epigenéticos son sensibles al estrés que sufre el ovocito al ser vitrificado y concluyen que deberían realizarse más estudios para mejorar la seguridad de las técnicas de criopreservación.
Por todo lo anterior, aún cuando los mecanismos o las implicaciones de las alteraciones epigenéticas son desconocidas, parece claro que no sólo el embarazo, si no que tanto óvulos como espermatozoides transportan marcas epigenéticas que pueden ser de gran importancia para la descendencia, y que las vivencias de una persona, incluyendo la manipulación realizada a través de las técnicas de reproducción asistida pueden afectar a la expresión génica de su descendencia.