La Mala Fama de la Maternidad

Hablando en la consulta con mujeres que buscan embarazo, más de una vez me han contado que ellas quieren ser madres, pero no como esta amiga o esta otra. Cuando me las describen me recuerdan a las múltiples caricaturas grabadas a fuego en el imaginario donde tener un hijo exige múltiples sacrificios y una abnegación total.  
Por poner un ejemplo…

“ Quien afirme que tener un hijo no arruinará por completo y de forma irrevocable tu vida está mintiendo. Todo cambia. Destroza tu relación de pareja. Mata tu imagen. Arrasa tu productividad. Y te vuelves estúpida, con la mente obtusa, nublada. El embarazo y la lactancia atontan.”

En la novela de Ayelet Walkman (2001) Nursery Crimes

Con estos modelos tan comunes y poco satisfactorios de maternidad, propios de sistema patriarcal en el que estamos inmersas, es normal que algunas mujeres sientan que ellas no quieren ser madres, o bien desean posponer la maternidad al máximo. Otras que sí desean ser madres no quieren transformarse en una madre abnegada y sacrificada, pero no conocen otro modelo. 

Además, en algunos casos, esta visión de la maternidad como explotadora y opresiva tan común en generaciones anteriores, habrá podido generar resistencias y miedos inconscientes que pueden hacerse visibles durante la búsqueda gestacional. 

Afortunadamente, podemos experimentar esta crisis de manera rompedora, transformando esos miedos y redefiniendo la maternidad fuera del marco patriarcal para colocarla en un espacio de poder femenino, aprovecharnos del crecimiento que nos brindan los cambios neurológicos que tendrán lugar durante la búsqueda gestacional, embarazo y crianza y mirar a la cara a algunos fantasmas con los que convivíamos sin saberlo. Podemos salir reforzadas de esa experiencia e ir a la búsqueda de otros modelos en los que no haya que renunciar al equilibrio saludable entre el producir y el reproducirse.