REPRODUCCIÓN ASISTIDA

Participando en el programa "Filles de donants" de La Turra de 3Cat

Programa La turra filles de donants

Hace unos días participé en una entrevista como psicóloga especialista en dono-concepción en el programa de 3Cat "La turra" (en catalán) que abordaba el debate sobre el anonimato en la donación de gametos. La conversación giró en torno a los derechos de las personas concebidas por donación y generó una gran cantidad de reacciones, algunas de ellas muy polarizadas.

En el reel que compartió la plataforma, una de las participantes, una mujer dono-concebida, intentó responder a la pregunta de si el anonimato es un derecho de los donantes. Su respuesta fue clara: el derecho prioritario es el de la persona concebida a conocer sus orígenes, dando pie a muchos comentarios erróneos que siguen perpetuando la confusión sobre este tema.

Hablar sobre la abolición del anonimato genera una enorme resistencia y, en algunos casos, un profundo enfado. En los comentarios de la publicación, varias personas recurrieron al insulto, algo que, por desgracia, suele ocurrir en este tipo de debates. Lo más llamativo es que estos insultos iban acompañados de una gran falta de conocimiento sobre la cuestión. Muchas de las personas que reaccionaban con agresividad confundían filiación con parentesco genético, creyendo erróneamente que el fin del anonimato implicaría automáticamente que los donantes fueran reconocidos como padres legales de los niños nacidos a partir de su material genético. Es un malentendido que he tratado de aclarar muchas veces, pero que, o no se comprende, o no se quiere comprender.

Luego también están los comentarios de "si se quejan es que preferirían no haber nacido"... No, tampoco. Se quejan porque preferirían haber nacido en un sistema de donaciones no anónimas

A pesar de la crispación en los comentarios, la experiencia de la entrevista fue muy enriquecedora. Lo más valioso fue contar con los testimonios de tres mujeres dono-concebidas, cada una con una historia y una perspectiva propia. Se encontraban en distintos momentos de su proceso emocional y tenían puntos de vista diferentes sobre su experiencia. Eso permitió ofrecer una visión más amplia y matizada sobre la realidad de las personas nacidas mediante donación de gametos, que siento muy necesaria.

Además, quiero destacar el papel de la entrevistadora, que generó un espacio de conversación abierto y respetuoso y a raíz de los comentarios hostiles en redes, me ha mostrado su apoyo, algo que, sinceramente, agradezco mucho.

En este tipo de debates, es fundamental escuchar con empatía, dejando de lado nuestras propias decisiones y prejuicios. Es fácil opinar desde el privilegio de conocer los propios orígenes, pero es importante reconocer que no todas las personas han tenido esa oportunidad. En lugar de reaccionar con enfado o negación, podríamos preguntarnos por qué el derecho a conocer los orígenes genéticos sigue siendo un tema tan difícil de aceptar para algunas personas